Sagradas Escrituras 1569

Capítulo 1  2  3  4  5  II TESALONICENSES  1  2  3

I TESALONICENSES

1:1 ¶ Pablo, y Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses congregada  en Dios, el Padre, y en el Señor Jesús el  Cristo: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús, el Cristo.

1:2 ¶ Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones;

1:3 sin cesar acordándonos de la obra de vuestra fe, y del trabajo y caridad, y del esperar con la esperanza del Señor nuestro, Jesús, el  Cristo, delante del Dios y Padre nuestro.

1:4 Estando ciertos, hermanos amados, de que sois escogidos de Dios.

1:5 Por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el  Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por causa de vosotros.

1:6 ¶ Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra con mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo;

1:7 de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los que han creído en Macedonia y en Acaya.

1:8 Porque por vosotros ha sido divulgada la Palabra del Señor no sólo en Macedonia y en Acaya, mas aun en todo lugar vuestra fe, que es en Dios, se ha extendido; de tal manera  que no tenemos necesidad de hablar nada.

1:9 Porque ellos cuentan de nosotros cuál entrada tuvimos a vosotros; y de qué manera fuisteis convertidos a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.

1:10 Y esperar a su Hijo de los cielos, al cual resucitó de los muertos: a Jesús, el cual nos libró de la ira que ha de venir.

 I TESALONICENSES

2:1 ¶ Porque, hermanos, vosotros mismos  sabéis que nuestra entrada a vosotros no fue vana,

2:2 pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el Evangelio de Dios con mucha diligencia.

2:3 Porque nuestra exhortación no fue de error, ni de inmundicia, ni por engaño;

2:4 sino por haber sido aprobados de Dios para que se nos encargase el Evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.

2:5 Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;

2:6 ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.

2:7 ¶ Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos.

2:8 Tan amadores de vosotros, que quisiéramos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino aun nuestras propias almas; porque nos sois carísimos.

2:9 Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga; que trabajando de noche y de día por no ser gravosos a ninguno de vosotros, predicamos entre vosotros el Evangelio de Dios.

2:10 Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creisteis;

2:11 así  como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,

2:12 y os encargábamos que anduvieseis como  es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria.

2:13 ¶ Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido de nosotros la palabra para oír de Dios, la recibisteis no como palabra de hombres, sino (como a la verdad lo es) como palabra de Dios,  la cual obra en vosotros los que creisteis.

2:14 Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores en Cristo Jesús de las Iglesias de Dios que están en Judea; que habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los  judíos;

2:15 los cuales también mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos han perseguido; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres;

2:16 prohibiéndonos hablar a los gentiles, a fin de que se salven, para llenar la medida de  sus pecados siempre, porque la ira (de Dios) los ha alcanzado hasta el extremo.

2:17 ¶ Mas nosotros, hermanos, privados de vosotros por un poco de tiempo, de vista, no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro.

2:18 Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.

2:19 Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo  sois vosotros, delante del Señor nuestro Jesús el  Cristo en su venida?

2:20 Que vosotros sois nuestra gloria y gozo.

 I TESALONICENSES

3:1 ¶ Por lo cual, no pudiendo esperar más, acordamos quedarnos solos en Atenas,

3:2 y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y colaborador nuestro  en el Evangelio del Cristo, a confirmaros y exhortaros en vuestra fe,

3:3 para que nadie se mueva en estas tribulaciones; porque vosotros sabéis que nosotros somos puestos para esto.

3:4 Que aun estando con vosotros, os predecíamos que habíamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido y lo sabéis.

3:5 Por lo cual, también yo, no esperando más, he enviado a reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el Tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.

3:6 ¶ Pero volviendo de vosotros a nosotros Timoteo, y haciéndonos saber buenas noticias de vuestra fe y caridad, y que siempre tenéis buena memoria de nosotros, deseando vernos, como también nosotros a vosotros.

3:7 En ello, hermanos, recibimos consolación de vosotros en toda nuestra tribulación y necesidad por causa de vuestra fe;

3:8 porque ahora vivimos nosotros , si vosotros estáis firmes en el Señor.

3:9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios,

3:10 orando de noche y de día con grande instancia, que veamos vuestro rostro, y que cumplamos lo que falta a vuestra fe?

3:11 ¶ Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Señor nuestro Jesús, el  Cristo, encamine nuestro viaje a vosotros.

3:12 Y a vosotros multiplique el Señor, y haga abundar la caridad entre vosotros, y para con todos, como es  también de nosotros para con vosotros;

3:13 para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante del Dios y Padre nuestro, para la venida del Señor nuestro Jesús, el Cristo, con todos sus santos.

 I TESALONICENSES

4:1 ¶ Resta pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así  vayáis creciendo.

4:2 Porque ya sabéis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesús.

4:3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación;

4:4 que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honestidad;

4:5 no con afecto de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios:

4:6 que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.

4:7 Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.

4:8 Así que, el que nos  menosprecia, no menosprecia a hombre, sino a Dios, el cual también nos dio su Espíritu Santo.

4:9 ¶ Mas acerca del amor entre los hermanos no tenéis necesidad que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os mostréis caridad los unos a los otros;

4:10 y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que vayáis creciendo;

4:11 y que procuréis tener quietud, y hacer vuestros negocios, y que obréis con vuestras manos de la manera que os hemos mandado;

4:12 y que andéis honestamente para con los extraños, y que nada de ninguno deseéis.

4:13 ¶ Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

4:14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él a los que durmieron en Jesús.

4:15 Por lo cual, os decimos esto en Palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que quedamos hasta la venida del Señor, no seremos delanteros a los que durmieron.

4:16 Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de Arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en el  Cristo resucitarán primero;

4:17 luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, y  juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

4:18 Por tanto, consolaos los unos a los otros en estas palabras.

 I TESALONICENSES

5:1 ¶ Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba,

5:2 porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche,

5:3 que cuando dirán: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores a la mujer encinta; y no escaparán.

5:4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os tome como ladrón;

5:5 porque todos vosotros sois hijos de la  luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.

5:6 ¶ Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.

5:7 Porque los que duermen, de noche duermen; y los que están borrachos, de noche están borrachos.

5:8 Mas nosotros, que somos hijos  del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de la  salud por yelmo.

5:9 Porque no nos ha ordenado Dios para ira, sino para alcanzar salud por el Señor nuestro Jesús el  Cristo,

5:10 el cual murió por nosotros, para que sea  que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.

5:11 ¶ Por lo cual, consolaos y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis.

5:12 Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan;

5:13 y que los tengáis en mayor caridad por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros.

5:14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que consoléis a los de poco ánimo, que soportéis a los flacos, que seáis sufridos para con todos.

5:15 Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.

5:16 ¶ Estad siempre gozosos.

5:17 Orad sin cesar.

5:18 Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

5:19 No apaguéis el Espíritu.

5:20 No menospreciéis las profecías.

5:21 Examinadlo todo; retened lo que fuere bueno.

5:22 Apartaos de toda apariencia de mal.

5:23 ¶ Y el Dios de paz os santifique completamente; para que vuestro espíritu, alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida del Señor nuestro, Jesús, el Cristo.

5:24 Fiel es el que os ha llamado; el cual también lo  hará.

5:25 Hermanos, orad por nosotros.

5:26 Saludad a todos los hermanos con ósculo santo.

5:27 Os amonesto por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos.

5:28 La gracia del Señor nuestro Jesús, el  Cristo, sea con vosotros. Amén.

 II TESALONICENSES

1:1 ¶ Pablo, y Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses congregada  en Dios nuestro Padre y en el Señor nuestro, Jesús, el  Cristo:

1:2 Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús, el  Cristo.

1:3 Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de todos y cada uno de vosotros abunda entre vosotros;

1:4 tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las Iglesias de Dios, de vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que sufrís;

1:5 ¶ en testimonio del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por dignos del Reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.

1:6 Porque es justo acerca de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan;

1:7 y a vosotros, que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús del cielo con los angeles de su potencia,

1:8 con llama de fuego, para dar el pago a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al Evangelio del Señor nuestro, Jesús, el  Cristo;

1:9 los cuales serán castigados de eterna perdición por la presencia del Señor, y por la gloria de su potencia,

1:10 cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y a hacerse admirable en aquel día en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros);

1:11 ¶ por lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamado, y llene de bondad a cada voluntad, y a toda  obra de fe con potencia,

1:12 para que el Nombre del Señor nuestro, Jesús, el  Cristo sea clarificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesús, el  Cristo.

 II TESALONICENSES

2:1 ¶ Os rogamos, hermanos, en cuanto a la venida del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, y nuestro recogimiento a él,

2:2 que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como si el día del Señor estuviera cerca.

2:3 ¶ No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá  sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdicion,

2:4 oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o divinidad; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.

2:5 ¿No os acordáis que cuando estaba con vosotros, os decía esto?

2:6 Y vosotros sabéis qué es lo que  lo impide ahora, para que a su tiempo se manifieste.

2:7 Porque ya está obrando el misterio de iniquidad, solamente que el que ahora domina, dominará hasta que sea quitado;

2:8 y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el Espíritu de su boca, y con la claridad de su venida lo quitará:

2:9 a aquel inicuo , el cual vendrá por operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos,

2:10 y con todo engaño de iniquidad obrando  en los que perecen; por cuanto no recibieron la caridad de la verdad para ser salvos.

2:11 Por tanto, pues, enviará Dios en ellos operación de error, para que crean a la mentira;

2:12 para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad.

2:13 ¶ Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido por primicias de salud, por la santificación del Espíritu y la fe en la  verdad;

2:14 a lo cual os llamó por nuestro Evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesús el  Cristo.

2:15 Así que, hermanos, estad firmes , y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.

2:16 ¶ Y el mismo Señor nuestro, Jesús, el  Cristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos  dio la consolación eterna, y la buena esperanza por gracia,

2:17 consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

 II TESALONICENSES

3:1 ¶ Resta, hermanos, que oréis por nosotros, que la Palabra del Señor corra y sea hecha ilustre así como entre vosotros;

3:2 y que seamos librados de hombres importunos y malos; porque no es de todos la fe.

3:3 Mas fiel es el Señor, que os confirmará y guardará del mal.

3:4 Y tenemos confianza de vosotros en el Señor, que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.

3:5 Y el Señor enderece vuestros corazones en la caridad de Dios, y en la esperanza del Cristo.

3:6 ¶ Pero os denunciamos, hermanos, en el nombre del Señor nuestro Jesús, el Cristo, que os apartéis de todo hermano que anduviere fuera de orden, y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros;

3:7 porque vosotros sabéis de qué manera es necesario imitarnos, porque no anduvimos desordenadamente entre vosotros,

3:8 ni comimos el pan de balde de ninguno; sino obrando con trabajo y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;

3:9 no porque no tuviésemos potestad, sino por daros en nosotros un ejemplo, para que nos imitaseis.

3:10 Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

3:11 Porque oímos que andan algunos entre vosotros fuera de orden, no trabajando en nada, sino ocupados en curiosear.

3:12 Y a los tales denunciamos y rogamos en el Señor nuestro, Jesús, el Cristo, que, trabajando con silencio, coman su pan.

3:13 Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.

3:14 Y si alguno no obedeciere a nuestra palabra por esta carta, notad al tal, y no os juntéis con él, para que se avergüence.

3:15 Y no lo tengáis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano.

3:16 ¶ Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.

3:17 Salud de mi mano, Pablo, que es signo en todas mis  cartas: así escribo.

3:18 La gracia de nuestro Señor Jesús el Cristo sea  con todos vosotros. Amén.

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